A 12 años de la Guerra del Agua, Bolivia aún no abastece al 100% de su población
Santa Cruz (Bolivia), 22 oct (Sputnik). – Casi 13 por ciento de la población boliviana aún está sin acceso al agua potable, doce años después de la denominada Guerra del Agua en la ciudad de Cochabamba (centro), capital del departamento homónimo. El Gobierno espera llegar al 100 por ciento recién en 2025.
«Cochabamba siempre tuvo problemas de déficit de agua y en los últimos años, con el crecimiento de la ciudad, se agravó el problema. Actualmente, los servicios de distribución de agua potable y alcantarillado no llegan a cubrir los asentamientos periurbanos de la ciudad, causando graves problemas como la contaminación del medio ambiente por el vertido de aguas residuales a ríos y lagos», explicó Juan Carlos Escobar, gerente de la empresa AQUAKIT, en entrevista con la Agencia Sputnik.
Este ingeniero boliviano ideó AQUAKIT en 2016 como una solución para enfrentar a la crisis del agua. Desarrolla tecnología accesible para el cuidado del vital elemento mediante la instalación de miniplantas descentralizadas para tratamiento de agua residual en viviendas, edificios y urbanizaciones, que purifican los efluentes para ser reutilizadas en llenado de inodoros y riego.
Con esta acción, una familia, en promedio, puede ahorrar entre el 40 y 60 por ciento de su consumo de agua potable por mes.
«Tenemos que almacenar el agua, porque se raciona por horario. Las casas en zonas más pudientes cuentan con tanques subterráneos, en los sectores más humildes. La gente compra agua de cisternas y la almacena en turriles», explicó.
La escasez incidió también en los costos. El metro cúbico, suministrado mediante cañerías por Semapa, empresa municipal de la Alcaldía de Cochabamba, cuesta entre 5 y 10 bolivianos (1 a 1,5 dólares), pero en lugares alejados se paga entre 5 y 6 dólares por metro cúbico de agua, debido a que son abastecidos mediante cisternas.
«Pese a ser pobres tienen que pagar más por el agua», lamentó.
A raíz de las sequías registradas en Cochabamba y en La Paz en 2016, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua y Saneamiento (AAPS) instruyó a las cooperativas elaborar planes de contingencia para la época de sequía, según la entidad que respondió un cuestionario enviado por la agencia Sputnik.
La AAPS monitorea a partir de muestras de agua, tomadas en diferentes regiones del país, la calidad del líquido y aseguró que es óptima para el consumo humano.
Bolivia tiene aproximadamente 11,6 millones de habitantes y la cobertura de agua alcanza al 87,1 por ciento de la población, según datos del Viceministro de Agua Potable y Saneamiento, al año 2021.
En el área urbana la cobertura alcanza al 94,8 por ciento de la población, mientras que en el área rural solo llega al 69 por ciento.
Las ciudades bolivianas dependen de las lluvias, deshielo de nevados y aguas subterráneas para abastecerse de agua potable, que previamente son tratadas en cooperativas que brindan el servicio público.
GUERRA DEL AGUA
En abril de 2000, pobladores de Cochabamba llevaron adelante una serie de protestas contra el intento del Gobierno del entonces presidente Hugo Banzer Suárez (1997-2001) de privatizar el servicio público. Ese proceso de manifestaciones pasó a ser conocido popularmente como Guerra del Agua.
Los manifestantes, en su mayoría de escasos recursos, de áreas rurales y urbanas, se organizaron en la Coordinadora por el Agua para movilizarse y enfrentar a la Policía y a patrullas del Ejército. También protestaban contra el incremento en las tarifas hasta en 300 por ciento.
«La Guerra del Agua marcó a Cochabamba y dio un empoderamiento (a sus habitantes) para exigir sus derechos (…) La gente tomó más conciencia y a raíz de eso se formaron comités y cooperativas», destacó Escobar.
DERECHO HUMANO
Esas protestas dejaron un precedente en Bolivia de que jamás se privatizaría el agua potable y que sería un derecho humano, lo que fue consagrado luego en la Constitución boliviana de 2009.
«El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad, reciprocidad y equidad», detalla la carta magna boliviana.
Asimismo, Bolivia promovió en 2010 ante la Asamblea General de la ONU la aprobación de la resolución 64/292, que reconoce el agua como un derecho humano. (Sputnik)
Fuente: El País
